Traducción de Josemaria Soriano
Hasta ahora en esta mañana, hemos visto algunas imágenes interesantes de María, representaciones físicas que podemos apreciar en el arte, pero ahora nos gustaría dirigir nuestra atención a tres nuevos tipos de “imágenes:” un personaje del Antiguo Testamento llamado Ana, la madre de María, y un himno que a menudo llamamos el Magníficat.
So far this morning, we’ve seen some interesting images of Mary, physical representations of her that we can see in art, but now I’d like us to turn our attention to three new kinds of “images:” a character from the Old Testament named Hannah, Mary’s mother, and a hymn that we often call the Magnificat.
En primer lugar, me gustaría contarles un poco más sobre una mujer llamada Ana. La encontramos en el libro de 1 Samuel en el Antiguo Testamento, y juega un papel importante como madre de Samuel. Este es un breve resumen de su historia:
Ana es la esposa de un hombre llamado Elcana. Tiene otra esposa llamada Penina, que tiene muchos hijos, pero Ana es estéril y no puede concebir. Ana ora constantemente al Señor por los niños, y un día, en su miseria, viaja a Silo, la ciudad capital, para orar a Dios en el templo. Elí, el sacerdote de la ciudad, la ve llorando y murmurando y piensa que está ebria, pero ella le explica que está rezando. Al ver su fidelidad, Elí le dice que recibirá de Dios todo lo que ella ha pedido.
A su regreso a casa, Ana ora nuevamente, diciéndole al Señor que si tiene un hijo lo dedicará al Señor y permitirá que Elí lo críe como sacerdote. Sus oraciones son respondidas, queda embarazada y tiene a Samuel. Después de la lactancia, lo lleva de regreso al templo y al presentárselo a Elí, reza un cántico de exaltación.
Firstly, I’d like to tell you a bit more about a woman named Hannah. We find her in the book of 1 Samuel in the Old Testament, and she plays an important role as Samuel’s mother. This is a cliff notes version of her story:
Hannah is the wife of man named Elkanah. He has another wife named Peninnah, who has many children, but Hannah is barren and is unable to conceive. Hannah prays constantly to the Lord for children, and one day in her misery travels to Shiloh, the capital city, to pray to God in the temple. Eli, the priest there, sees her weeping and murmuring and thinks that she is drunk, but she explains to him that she is praying. Seeing her faithfulness, Eli tells her that she will receive from God whatever it is that she has requested.
Upon her arrival back home Hannah prays again, telling the Lord that if she has a son she will dedicate him to the Lord and allow Eli to raise him as a priest. Her prayers are answered, and she becomes pregnant and has Samuel. After she has weaned him, she takes him back to the temple and upon presenting him to Eli, prays a song of exaltation.
Ahora, más adelante escucharemos más sobre esta canción y por qué es importante, pero me gustaría recitar algunas partes clave para ti rápidamente y pedirte que las reflexiones en tu mente. Y Ana oró:
Mi corazón se regocija en El SEÑOR, Mi poder se exalta en El SEÑOR; Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, Por cuanto me alegré en tu salvación. 2 No hay santo como El SEÑOR. Porque no hay ninguno fuera de ti, Y no hay refugio como el Dios nuestro. 6 El SEÑOR mata, y él da vida. El hace descender al Seol, y hace subir. 7 El SEÑOR empobrece, y él enriquece; abate, y enaltece. 8 El levanta del polvo al pobre, y del muladar exalta al menesteroso, para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor. 9 Porque del SEÑOR son las columnas de la tierra, Y él afirmó sobre ellas el mundo. El guarda los pies de sus santos, Mas los impíos perecen en tinieblas; Porque nadie será fuerte por su propia fuerza. 10 Delante del SEÑOR serán quebrantados sus adversarios, Y sobre ellos tronará desde los cielos; El SEÑOR juzgará los confines de la tierra, dará poder a su Rey, y exaltará el poderío de su ungido.”
Ahora, por varias razones que quizás ya hayas notado, María y Ana tienen muchas cosas en común. Muchos teólogos la ven como un modelo de María, y hay muchas formas en que los teólogos entienden el Antiguo Testamento como una preconfiguración, preparación y promesa que se cumple en el Nuevo Testamento. Así que mirar a Ana como un modelo de María significa que la estamos mirando en el Antiguo Testamento como un presagio de quien es María (en quien se convertirá) en el Nuevo Testamento. Veamos algunos ejemplos:
En primer lugar, Ana, como María más tarde, da a luz un hijo por medios milagrosos. Es una mujer devota que se encomienda a la oración cuando está angustiada. Su interacción con el sacerdote Elí también es similar al encuentro de María con el ángel Gabriel del que escuchamos esta mañana.
Elí le dice a Ana después de su oración en el templo: "Ve en paz, y que el Dios de Israel te conceda lo que has pedido". Y la respuesta de Ana a Elí es " Que tu sierva encuentre gracia ante tus ojos", que es similar a la de María "Yo soy la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra". Ahora bien, aunque Ana está hablándole al profeta Eli aquí, y la respuesta de María está orientada hacia el ángel Gabriel, ambos se ven a sí mismos como servidores de Dios y humildemente comprender su papel de ser una parte de una misión más amplia de salvación.
Por ende, sus roles en las escrituras están también centrados alrededor de la maternidad porque su deseo y aceptación de ser madres es fundamental para la salvación; a través de los gritos de auxilio de Ana y del consentimiento de María, ambas fueron colaboradoras de la voluntad divina de Dios, participando activamente en la historia de la salvación.
Más específicamente, las dos son madres de futuros profetas, Ana es la madre del profeta Samuel, y María es la madre de Jesús, que está ungido como sacerdote, profeta, y rey. Ahora tratando de ver a Samuel como un modelo de Jesús tiene sus límites, pero sí podemos ver cómo el papel de Samuel en el Antiguo Testamento hace presagio del papel de Jesús en el Nuevo Testamento. Samuel se convierte en un sacerdote y, finalmente, crece para ungir al rey David, que es el comienzo de la promesa mesiánica, y Jesús es el Cristo, el cumplimiento de esa promesa. Así podemos ver cómo el papel de Samuel enfatiza la importancia de Ana, al igual que el papel de Jesús enfatiza la importancia de María.
Por último, como fue mencionado previamente por Ana, ambas proclaman un cántico de exaltación. Veremos la canción de María en un momento.
Now, later we’ll hear more about this song and why it’s important, but I’d like to recite a few key parts for you quickly and ask you to keep it tucked in the back of your mind. And Hannah prayed:
“My heart exults in the LORD, my horn is exalted by my God. I have swallowed up my enemies; I rejoice in your victory. 2 There is no Holy One like the LORD; there is no Rock like our God… 6 “The LORD puts to death and gives life, casts down to Sheol and brings up again. 7 The LORD makes poor and makes rich, humbles, and also exalts. 8 He raises the needy from the dust; from the ash heap lifts up the poor, to seat them with nobles and make a glorious throne their heritage… 9 He guards the footsteps of his faithful ones, but the wicked shall perish in the darkness; for not by strength does one prevail. 10 The LORD’s foes shall be shattered; the Most High in heaven thunders; the LORD judges the ends of the earth. May he give strength to his king, and exalt the horn of his anointed!”
Now, for several reasons that you may have already noticed, Mary and Hannah have many things in common. Many theologians see her as a model of Mary, and there are many ways that theologians understand the Old Testament as a prefiguration, preparation and promise which is fulfilled in the New Testament. So to look at Hannah as a model of Mary, means that we’re looking at her in the Old Testament as a foreshadowing of who Mary is (to become) in the New Testament. Let’s look at a few examples:
Firstly, Hannah, like Mary later, bears a son by miraculous means. She is a devout woman, who turns to prayer when she is distressed. Her interaction with the priest Eli, is also similar to Mary’s meeting with the angel Gabriel which we heard about this morning.
Eli tells Hannah after her prayer in the temple, “Go in peace, and may the God of Israel grant you what you have requested.” And Hannah’s response to Eli is “Let your servant find favor in your eyes,” which is similar to Mary’s “I am the handmaiden (servant) of the Lord, may it be done unto me according to your word.” Now although Hannah is speaking to the prophet Eli here, and Mary’s response is oriented towards the angel Gabriel, they both see themselves as servants of God and humbly understand their roles as being a part of a larger mission of salvation.
Thus their roles in scripture are also centered around their motherhood because their desire and acceptance to be mothers is critical in salvation; through Hannah’s cries for help and Mary’s fiat, they were both collaborators of God’s divine will, actively partaking in salvation history.
More specifically, they are both mothers to future prophets, Hannah is the mother of the prophet Samuel, and Mary is the mother of Jesus, who is anointed as Priest, Prophet and King. Now trying to see Samuel as a model of Jesus only goes so far, but you we can see how Samuel’s role in the Old Testament does foreshadow Jesus’s role in the New. Samuel does become a priest and eventually grows up to anoint King David who is the beginning of the messianic promise, and Jesus is the messiah, the fulfillment of that promise. Thus we can see how Samuel’s role emphasizes the importance of Hannah, just like Jesus’s role emphasizes the importance of Mary.
Lastly, as you heard from Hannah earlier, they both proclaim a song of exaltation. We’ll look into Mary’s song in a moment.
Ahora que hemos conocido a Ana, me gustaría hablar con usted brevemente sobre alguien con el mismo nombre: Ana. También se le conoce como Santa Ana, quien es la patrona de una de nuestras parroquias aquí en San Antonio. Aunque no está explícitamente en las Escrituras, la encontramos en la tradición, en un libro llamado Proto-evangelio de Santiago, del cual escucharás un poco más tarde hoy.
En este proto-evangelio, podemos ver cómo Ana tiene muchas similitudes con la Ana que acabamos de conocer. El proto-evangelio de Santiago sostiene que Ana también era estéril y clamaba al Señor en su angustia. Sus oraciones son contestadas, y cuando nace María, Ana dice: “¡Mi alma exalta este día!” Y más tarde, cuando presenta a María para dedicarla al Señor, también proclama “Voy a cantar una canción sagrada al Señor mi Dios”. Así podemos ver cómo la historia de Ana en el proto-evangelio refleja bastante la historia de Ana del Antiguo Testamento.
También como Ana en 1 Samuel, el papel de Ana en la historia de este evangelio apócrifo se refiere principalmente a su maternidad. Junto con muchos otros materiales, la historia se centra en la forma en la que nació María y la infancia de María, por lo que no obtenemos mucha información sobre la propia Ana, sino sobre su papel como madre de María, al igual que Ana en el Antiguo Testamento como madre de Samuel, y María misma en los evangelios como madre de Jesús.
Y aunque no es seguro si el autor de este evangelio apócrifo eligió a propósito escribir la historia de Ana de manera tan similar a la de Ana del Antiguo Testamento, o si sus vidas realmente siguieron un patrón similar, está claro que cuando yuxtaponemos a Ana de 1 Samuel y Ana, la Madre de María, entonces podemos ver cómo María, como la hija de Ana, sigue los pasos de esta Ana del Antiguo Testamento en más de una manera. Debido a que Ana es un modelo de la Ana del Antiguo Testamento, ciertamente podemos decir que María es también un modelo de la Ana del Antiguo Testamento.
So now that we’ve met Hannah, I’d like to speak to you briefly about someone else with practically the same name: Anna. You may also know her as St. Anne, who is the patroness of one of our parishes here in San Antonio. Although she isn’t explicitly in scripture, we find her in tradition, in a book called the Protoevangelium of James which you’ll hear a bit more about later today.
In this proto-gospel, we can see how Anna has many similarities to the Hannah we just met. The protoevangelium of James holds that Anna was also barren, crying out to the Lord in her distress. Her prayers are answered, and when Mary is born, Anna says, “my soul exalts this day!” and later when she presents Mary to dedicate her to the Lord, she also proclaims “I will sing a holy song to the Lord my God.” Thus we can see how Anna’s story in the protoevangelium mirrors Hannah’s story quite closely.
Also like Hannah in 1 Samuel, Anna’s role in the story of this apocryphal gospel is mainly concerned with her motherhood. Along with a lot of other material, the story focuses on the way that Mary is born and Mary’s childhood, so we don’t get much information about Anna herself, but rather about her role as Mary’s mother, just like Hannah in the Old Testament as Samuel’s mother and Mary herself in the gospels as Jesus’s mother.
And although it’s unsure if the author of this apocryphal gospel purposefully chose to write Anna’s story as so similar to Hannah’s, or if their lives really did follow such a similar pattern, it is clear that when we juxtapose Hannah of 1 Samuel and Anna the Mother of Mary, we can then look at how Mary as Anna’s daughter follows in the footsteps of this Old Testament Hannah in more ways than one. Because Anna is a model of Hannah, we can certainly say that Mary is then also a model of Hannah.
Por último, veamos la última imagen que les he preparado; esta es una escena de la visitación. Obtenemos esta escena del Evangelio de Lucas, cuando después de que María escucha al ángel Gabriel y concibe por el Espíritu Santo, visita a su prima Isabel. Aquí es también donde escuchamos una línea importante y probablemente familiar, cuando al ver a María, Isabel dice: "Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús".
Ahora bien, si has leído el evangelio de Lucas de principio a fin, la respuesta de María al saludo de su prima puede parecer un poco extraña; es un largo monólogo que parece un poema que incluye mucho más que un simple "gracias". De hecho, probablemente fue algún tipo de canción, generalmente llamada cántico, que posiblemente fue cantada por María como una exclamación de alabanza. Ahora, antes de leerlo en tu mente, me gustaría que también pensaras en la canción de Ana de 1 Samuel que recité antes para ti. Si recuerdas, algunos de los temas clave fueron que Ana se exalta en el Señor y proclama las formas en que Dios humilla a los ricos y también levanta a los necesitados.
Con esto en mente, he aquí el Magníficat:
Proclama mi alma la grandeza del Señor, 47 se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; 48 porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones 49 porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, 50 y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. 51 Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, 52 derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, 53 a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. 54 Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia 55 –como lo había prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Lastly, let’s look at the last image I have prepared for you, this is a scene of the visitation. We get this scene from the Gospel of Luke, when after Mary hears from the angel Gabriel and conceives by the Holy Spirit, she visits her cousin Elizabeth. This is also where we hear an important and probably familiar line, when upon seeing Mary, Elizabeth says “blessed are you among women, and blessed is the fruit of your womb, Jesus.”
Now if you’re reading through the gospel of Luke straight through, Mary’s response to her cousin’s greeting may seem a bit strange; it’s a long monologue that looks like a poem which includes a lot more than just a “simple thank you.” In fact, it was probably some type of song, usually called a canticle, that was possibly sung by Mary as an exclamation of praise. Now before I read through it for you, I’d like you to also think back on Hannah’s song I recited earlier for you. If you remember, some of the key themes were that Hannah exalts in the Lord, and proclaims the ways that God humbles the rich and also raises up the needy.
With that in mind, here is the Magnificat:
“My soul proclaims the greatness of the Lord; 47 my spirit rejoices in God my savior. 48 For he has looked upon his handmaid’s lowliness; behold, from now on will all ages call me blessed. 49 The Mighty One has done great things for me, and holy is his name. 50 His mercy is from age to age to those who fear him. 51 He has shown might with his arm, dispersed the arrogant of mind and heart. 52 He has thrown down the rulers from their thrones but lifted up the lowly. 53 The hungry he has filled with good things; the rich he has sent away empty. 54 He has helped Israel his servant, remembering his mercy, 55 according to his promise to our fathers, to Abraham and to his descendants forever.”
Suena similar, ¿no? Permítanme señalarles un par de lugares en particular:
En la canción de Ana la oímos decir "mi corazón se regocija en el Señor", y María canta "proclama mi alma la grandeza del Señor". La palabra “proclama” que usa María es prácticamente un sinónimo de “mi corazón exalta”, y es en realidad de donde obtenemos el título Magníficat. Magníficat es simplemente "mi alma proclama" en latín.
También donde Ana canta "El Señor da muerte y da vida, arroja al Seol y vuelve a levantar", puede estar refiriéndose a la promesa mesiánica, la forma en que el mesías, a quien reconocemos como Jesús, fue condenado a muerte y retornado a la vida, y escuchamos ecos de esto en la canción de María cuando dice "[Dios] ha ayudado a Israel su siervo, acordándose de su misericordia, según la promesa que hizo a nuestros padres", siendo esta promesa la del Mesías, su hijo Jesús. El lenguaje entre las dos canciones no es exacto, pero apuntan hacia lo mismo y tienen en cuenta los mismos conceptos, probablemente porque la propia María, así como Isabel, y tanto la audiencia de Lucas y como el propio Lucas probablemente estaban familiarizados con la canción de Ana en 1 Samuel. Siendo devotos judíos, lo más probable es que conocían la canción de Ana de 1 Samuel de memoria ya que era parte de sus escrituras, y por lo tanto entenderían de lo que María estaba hablando incluso si ella estaba proclamando los cumplimientos de Dios de una manera nueva.
Lucas, como autor de este evangelio, también eligió recopilar este cántico de manera similar al de Ana con un propósito particular. El Magníficat es en realidad la primera vez en el evangelio de Lucas que se introduce el tema de la salvación, y aunque María nunca menciona explícitamente al Mesías en su cántico, cuando Lucas cambia de las formas narrativas de la anunciación y la visitación a este cántico formulado en el lenguaje de la oración de Israel, hay un énfasis en el cumplimiento de esta promesa de salvación. Su cambio de la narración a este cántico de oración permite a su audiencia judía pensar en el himno de Ana y llegar a comprender que María también está hablando del Mesías, proclamando que la promesa que habían estado esperando finalmente se cumplió.
Por lo tanto, ¡el cumplimiento de siglos y siglos de la promesa de salvación de Dios ciertamente merece una celebración! En respuesta a su prima Isabel, María no se limita a sonreír o decir algunas palabras, sino que su alma magnifica por completo al Señor en la alegría, que es una de las muchas razones por las que tantos fieles hoy rezan este cántico todos los días durante las Vísperas, oración vespertina de la Liturgia de las Horas.
Así que, al igual que Ana del Antiguo Testamento, Ana madre de María, y María, también cantemos himnos de alabanza por las muchas formas en que Dios ha cumplido su promesa de salvación en nuestras propias vidas.
Sounds similar yes? Let me point out a couple places in particular for you:
In Hannah’s song we hear her say “my heart exults in the Lord,” and Mary sings “my soul magnifies the Lord.” This word “magnifies” that Mary uses is almost synonymous with “my heart exults,” and is actually where we get the title Magnificat. Magnificat is simply “my soul magnifies” in Latin.
Also where Hannah sings “The Lord puts to death and gives life, casts down to Sheol and brings up again,” she may be speaking to the messianic promise—the way that the messiah, who we recognize as Jesus, was put to death and brought up again—and we hear echoes of this in Mary’s song when she says “[God] has helped Israel his servant, remembering his mercy, according to his promise to our fathers,” this promise being that of the Messiah, her son Jesus. The language between the two songs isn’t exact, but they point towards the same thing and keep in mind the same concepts, likely because Mary herself, as well as Elizabeth, and Luke and Luke’s audience were all probably familiar with Hannah’s song. Being devout Jews, they most likely knew Hannah’s song as part of their scriptures by heart, and would thus understand what Mary was speaking about even if she was proclaiming God’s fulfillments in a new way.
Luke as the author of this gospel also chose to record the song as similar to Hannah’s for a particular purpose. The Magnificat is actually the first time in Luke’s gospel that the theme of salvation is introduced, and although Mary never explicitly mentions the Messiah in her song, when Luke shifts from the narrative forms of the annunciation and visitation to this canticle formulated in Israel’s prayer language, there is an emphasis on the fulfillment of this promise of salvation. His shift from storytelling to this song of prayer allows his Jewish audience to think back on Hannah’s hymn and come to understand that Mary is also talking about the Messiah, proclaiming that the promise they’ve been waiting for has at last been fulfilled.
Thus the fulfillment of centuries upon centuries of God’s promise of salvation is certainly worth a celebration! In response to her cousin Elizabeth, Mary does not simply smile or say a few words, but her soul completely magnifies the Lord in joy, which is one of many reasons why so many of the religious faithful today pray this canticle every day during Vespers, evening prayer of the Liturgy of the Hours.
So like Hannah, Anna, and Mary, may we also sing hymns of praise for the many ways in which God has fulfilled his promise of salvation in our own lives.