“¿No estoy yo aquí que so tu Madre?” Al escuchar estas palabras, todos los pueblos de America las relacionan inmediatamente con Nuestra Señora de Guadalupe.
"Am I not here who am your Mother?" When hearing these words, all the peoples of America immediately relate them to Our Lady of Guadalupe.
Hay un paralelismo entre la Encarnación y el nacimiento de Cristo en Belén, y su nueva "encarnación" en el México del siglo XVI en el seno de la Virgen de Guadalupe. María vino a traernos a Jesús. Se da la "evangelización a través de la encarnación." La evangelización a través de la encarnación es un proceso evangélico de inculturación y de adaptación cultural del propio cristianismo.
Las narraciones guadalupanas tratan de la conversión de la propia iglesia: se convierte Juan Diego, Juan Bernardino, se da la conversión de los pueblos indígenas de México al cristianismo, y la conversión del obispo y su casa: teólogos, catequistas, liturgistas, canonistas y otros. El rostro mestizo de la Virgen de Guadalupe es un símbolo de la inculturación del Evangelio. La Virgen de Guadalupe es la síntesis de las culturas y etnias europeas e indígenas.
There is a parallel between the Incarnation and the birth of Christ in Bethlehem, and his new "incarnation" in sixteenth-century Mexico in the womb of Our Lady of Guadalupe. Mary came to bring us Jesus. There is "evangelization through incarnation:" an evangelizing process of inculturation and cultural adaptation of Christianity itself.
The Guadalupe narratives have to do with the conversion of the church itself: the conversion of Juan Diego, Juan Bernardino, the conversion of the indigenous peoples of Mexico to Christianity, and the conversion of the bishop and his household: theologians, catechists, liturgists, canonists, and others. The mestizo face of the Virgin of Guadalupe is a symbol of the inculturation of the Gospel. She is the synthesis of European and indigenous cultures and ethnicities.
Juan Diego representa al oprimido, representa el mundo de los que sufren. Hay una gran fuerza en la Virgen de Guadalupe como aquella que "levanta a los oprimidos" (Lc 1,52). Como en el canto del Magnificat "ha derribado a los poderosos de sus tronos y ha despedido a los ricos con las manos vacías."
María continúa animando a los pobres, a los débiles en sus luchas para lograr la libertad de los hijos de Dios, sobre todo la libertad más profunda que vino a traernos Nuestro Señor al redimirnos, que es la liberación del pecado, raíz de todas las desigualdades, vicios, injusticias y males. Ella siempre está presente en los Tepeyacs del mundo: en los barrios, los guetos y otros lugares semejantes. Ella nunca nos va a dejar. Su rostro y corazón compasivos están vivos no sólo en la tilma de Juan Diego, sino también en los rostros y corazones de todos los que la ven, la invocan y creen en ella.
Juan Diego represents the oppressed, he represents the world of those who suffer. There is great strength in the Virgin of Guadalupe as the one who "lifts up the oppressed" (Lk 1:52). As in the song of the Magnificat "she has cast down the mighty from their thrones and sent the rich away empty-handed."
Mary continues to encourage the poor and the weak in their struggles to achieve the freedom of the children of God, especially the most profound freedom that Our Lord came to bring us by redeeming us, which is liberation from sin, the root of all inequalities, vices, injustices and evils. She is always present in the Tepeyacs of the world: in the barrios, the ghettos, and other similar places. She will never leave us. Her compassionate face and heart are alive not only in the tilma of Juan Diego, but also in the faces and hearts of all who see her, invoke her, and believe in her.
María lleva en su seno la nueva fuente y el centro de la nueva humanidad que está por nacer. Esa fuente y centro es Cristo como luz y vida del mundo. No se trata de un mundo nuevo que simplemente reconstruya las viejas formas de conquista, codicia, subyugación y guerras, sino un mundo nuevo que sea auténticamente nuevo por su inclusión de todos los pueblos de todas las Américas como hijos de la única Madre.
La Morenita trajo una nueva vida a Juan Diego, pero también trajo una nueva vida a toda una nación. Esta nueva vida es para todos nosotros. Cada día que nos levantamos estamos invitados a participar en el nacimiento de una nueva vida y a dar gratuitamente la vida y el amor divinos que hemos recibido gratuitamente.
Mary carries in her womb the new source and center of the new humanity that is about to be born. That source and center is Christ as the light and life of the world. It is not a new world that simply rebuilds the old forms of conquest, greed, subjugation, and war, but a new world that is authentically new by its inclusion of all peoples of all the Americas as children of the one Mother.
La Morenita brought new life to Juan Diego, but she also brought new life to an entire nation. This new life is for all of us. Every day we wake up, we are invited to participate in the birth of new life and to freely give the divine life and love we have freely received.